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Un artículo sobre Pedagogía Consciente
Muchas alumnas llegan a mis clases, talleres o clases particulares pidiéndome que les enseñe a mover mejor los brazos y manos, o para aprender a girar, o para utilizar mejor el velo, etc. Entonces, cuando lo primero que hago es mirarles los pies, no entienden nada. Algunas no quieren “perder el tiempo en sus pies”… y otras – la mayoría – se les ilumina la cara y entienden que desde los pies – rodillas – piernas – articulación coxofemural – pelvis – área lumbar – torso – cuello – cabeza- coronilla… desde todos esos lugares, ¡se construye su danza completa! Y comienzan también a entender ciertos dolores, ciertas afecciones, ciertos hábitos, ciertos límites.
Dime cómo es tu postura y te diré como bailas 😉
¿Y porqué puedo decir esto con tanta autoridad? Por que yo misma he llevado todos mis problemas de postura a la búsqueda de diversas soluciones para bailar y enseñar mejor. Tengo pie plano, rodillas hacia adentro, hiperlaxitud de rodillas y aunque no tengo hiper-lordosis, tiendo a “sacar la colita”. Además soy más alta que la media de la mujer chilena y tengo un cuello laaaaargo que miraba hacia abajo y hacia adelante cuando no sabía nada sobre la importancia de la postura y la alineación. Y mis hombros siempre estaban por detrás de mis caderas, es decir: tenía las costillas elevadas. Como soy obsesiva, estudié mucho sobre la postura, la correcta alineación y todo lo que ella significa para la vida de una persona normal y la de una bailarina 🙂 También debo decir que mis clases de ballet fueron fundamentales en este proceso.
Diciendo eso y comenzando con este artículo, no hay cuestionamiento sobre el gran impacto que tiene la Danza Oriental en la calidad de vida de las mujeres y también hombres que la practican. Yo no me canso de escuchar los infinitos testimonios sobre las capacidades curativas de esta danza. Por lo mismo, siento que como profesoras de Danza Oriental tenemos una responsabilidad tremendamente importante. En realidad, cualquier tipo de profesor lo tiene.
Tenemos en nuestras manos LOS CUERPOS de alumnas y alumnos que confían en nosotras y todo lo que podemos entregarles. Por eso, no importa si nuestras alumnas llegan por placer, terapia, perfeccionamiento, o actividad física. La higiene postural, o la correcta postura corporal es vital para ellas. No sólo vital: trascendente. ¿Cómo podríamos mejorar la calidad de estas personas si no educamos sus cuerpos para que entreguen, desarrollen y descubran su inmenso POTENCIAL? Debemos comenzar con la estructura INDIVIDUAL de cada una de ellas 🙂
Pero antes de comenzar: ¿Conoces los innumerables beneficios que tiene la buena postura?
– Primero, facilita una buena respiración. Una buena respiración implica la buena oxigenación de todo el cuerpo, incluido el cerebro. Así, una alumna que está alineada, también aprende mejor, memoriza mejor y tiene más capacidad de aprendizaje y asociación. La bailarina que está alineada tiene una mayor capacidad para aprender coreografías y crearlas, por ejemplo. La profesora que está alineada puede hacer clases por años, (¡décadas!) ¡Esto sólo por mejor oxigenación! Además, una buena respiración aumenta la resistencia física.
– Por el hecho de mejorar la respiración, mejora también la eficiencia y funcionamiento del diafragma, es decir: ¡de la voz!
– El cuerpo completo funciona de manera más eficiente: optimiza el trabajo muscular y aumenta la movilidad articular. Esto es fundamental para nuestra danza y cualquier otra actividad.
– Como el sistema músculo-esquelético funciona mejor, se potencia el flujo circulatorio, linfático y energético.
Por otra parte, las consecuencias de una mala postura son:
– Sobrecarga y afecciones de la columna, la espalda en general y especialmente el área lumbar, que, en nuestro caso, afecta directamente a la aplicación TODOS los movimientos pélvicos que utilizan la vasculación como base.
– Desgaste de discos intervertebrales.
– Molestias y problemas en rodillas, pies y piernas.
– ¡Dolores de cabeza! Dolores y tensión en el cuello, nuca y hombros.
– Más riesgos de lesiones.
– Debilitamiento de los músculos del abdomen. Esto sin duda es vital para nosotras: ¡Trabajamos con el abdomen! Además, una mala postura puede aplastar los órganos de todo el sistema digestivo y por lo tanto aplastar también nuestros órganos reproductivos. Muchas veces, los dolores menstruales pueden sólo deberse a una mala postura.
– Mala circulación. Mala oxigenación. Flujo energético deficiente.
La Danza Oriental es una disciplina corporal. No importa si la alumna no quiere ser una profesional. Sigue siendo una disciplina corporal, lo que implica que eduquemos de manera sana el cuerpo. En las clases, podemos hacer muchas cosas por esto, sobre todo ejercicios de colocación, estiramiento y fuerza, que mejorarán la postura de las alumnas y pueden ver cambios bastante rápidos en su cuerpo y, sobre todo, en su ánimo. ¡Lógico! Si tenemos mayor flujo energético, ¡seremos más felices! 😀
¿Comencemos?
LOS PIES
Es muy importante que sepas cómo pisas. Sobre todo fíjate si tú y tus alumnas tienen la carga de peso corporal en el borde interno o externo de los pies. A los corredores les llaman “pronadores”, “supinadores” o “neutros”. Para nosotras esto es fundamental, porque como ves en las fotitos, la pisada y la descarga de peso afecta directamente a las rodillas y las caderas. Y luego a la espalda y sobre todo área lumbar.
Una vez que sepas cómo es la pisada de la alumna o de ti misma, que en general se puede ver a simple vista, puedes pedirle que arme su arco (en caso de que tenga pie plano o arco caído) o puedes pedirle que redistribuya su peso hacia los soportes naturales del pie, que es un trípode entre el talón, bajo el dedo gordo y bajo el dedo pequeño del pie (dedos 1 y 5). Como se ve en la imagen.
Así, la línea media de las rodillas debieran alinearse hacia los dedos medios de los pies. También recuerda que en nuestra danza necesitamos una semi-flección de las rodillas, pero esta semi-flección no debe ser muy profunda: el peso no se debe sentir sólo en los metatarsos, mucho menos en los dedos de los pies. Busca siempre una distribución uniforme del peso en tus pies. Si bailas en media punta, sólo debes llevar esta misma alineación hacia la suspensión.
Una vez que las rodillas están alineadas con los pies, las caderas pueden trabajar de manera más eficiente. He visto alumnas que antes de esta corrección postural no podían hacer ciertos movimientos. Luego de la corrección postural no sólo pueden si no que el resto de los movimientos les resulta mejor y más fluido.
LA PELVIS
(Por favor, lee también mi artículo sobre el centro del cuerpo: https://marwaestudioriental.wordpress.com/2012/09/07/la-libertad-corporal-desde-el-centro/ )
Imagina la pelvis como una olla de agua. Esa agüita que esta en el interior de la pelvis, no debe derramarse ni hacia adelante ni hacia atrás. Trata de alinear la pelvis con la línea del horizonte. Así, no tendrás que forzarla, sino que tus curvas naturales se mantendrán pero trabajarás sin estrechar el espacio de las vértebras lumbares. Esto es sobre todo es muy importante para las personas con hiper-lordosis.
NOTA IMPORTANTE: Hay algunas profesoras que les piden a las alumnas “sacar la colita”. Esto me parece que debe ser una OPCIÓN de la propia alumna, en CONOCIMIENTO de lo que eso significa para su cuerpo.
En la Danza Oriental, en los movimientos que son centrales, es decir, que se ejecutan en el propio eje, es importante que la pelvis se mantenga alineada con el horizonte, ya que debemos articular la cadera (articulación coxo-femoral) y vascular. Los principales músculos para esto son los glúteos, abdominales bajos y espalda baja (sin afectar área lumbar). Cuando las rodillas están hiper-extendidas, sobre todo en el caso de las personas hiper-laxas, estos movimientos no son posibles. Por eso, en la búsqueda de la postura correcta o la alineación, la alumna, bailarina y profesora debe buscar que las rodillas estén disponibles.
En el caso de los movimientos periféricos, es decir, cuando nos salimos de nuestro eje, este principio sigue siendo el mismo.
TORSO, ABDOMINALES, PECTORALES
Lo mismo que pasa con la “colita”, ocurre también con los pechos. Las mujeres hemos adoptado la postura masculina de “pecho de paloma”. La verdad es que depende también de muchos factores, sobre todo del tamaño de nuestros pechos o de nuestras emociones y personalidades. La postura es un ESPEJO MANIFIESTO de las emociones, la personalidad o del estado del ánimo.
Pero aquí debemos guardar relación con la pelvis. Hay una razón por la que a esta parte superior del cuerpo, en donde están los omóplatos, clavícula y hombros se le llama CINTURA ESCAPULAR y se relaciona con la CINTURA PÉLVICA. ¿Te acuerdas de la línea del horizonte? No la pierdas, ya que aquí también se utiliza. La cintura escapular está por sobre la cintura pélvica y en la misma relación. Así, los hombros caen sobre las caderas. No van ni más adelante ni más atrás.
Es ahí donde se posa el cráneo: justo por la línea media que cruza ambas cinturas. Piensa aquí que por la coronilla cae una línea, que pasará por el perineo y caerá al centro de ambos pies. En las fotos se ve mejor 🙂
Efectivamente todo esto es muchísima información. En mi caso, a mis alumnas les voy entregando la información de a poco. Una vez que sé y puedo ver que ya tienen un hábito incluido, entrego otro y así sucesivamente. De esa manera vamos asegurando que estamos llevando los hábitos a la danza.
Creo también que como artistas podemos RE-INTERPETAR nuestra postura, porque también es parte de nuestra búsqueda. No siempre bailamos alineadas, sino que a veces nos des-alineamos para expresar algo. Pero sí creo que esto debiera ser una opción.
¡Mucho éxito con tu postura y la de tus alumnas!
Un abrazo en la danza,
Marwa.